lunes, 3 de marzo de 2014

ARTES

En diciembre de 1547, Francisco fue en Malaca (Malacia) a la espera de volver a Goa  (India) cuando conoció a un samurai de bajo rango llamado Anjiro (posiblemente escrito "Yajiro"). Anjiro no era un noble o un intelectual, pero impresionó a Xavier por que el tomó notas detalladas de todo lo que dijo en la iglesia. Xavier tomo la decisión de ir a japón, en parte por que este samurai de bajo rango le convenció en portugués que el pueblo japonés fueron muy educados y con ganas de aprender. Eran muy trabajadores y respetuosos de la autoridad. En sus leyes y costumbres fueron guiados por la razón, y, en caso de la fe cristiana convencerlos de su verdad, ellos lo aceptarían en masa.
            

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